En una muestra de colaboración, los residentes del centro de Punta Arenas se reunieron con autoridades locales y representantes de Carabineros para abordar el problema de los autos “roncadores” que perturban las noches de miércoles a domingo en la ciudad.
La comunidad, liderada por Daniela Arecheta, presidenta del edificio Don Bosco, expresó su preocupación por la seguridad de los residentes, especialmente de adultos mayores y familias con niños, afectados por estas conductas.
En respuesta, Carabineros se comprometió a aumentar las rondas de vigilancia en el centro de la ciudad, aunque se reconoció la limitación de personal como un desafío. El municipio ofreció apoyo a través de la unidad de “Seguridad Ciudadana”, aunque esta carece de la autoridad necesaria para fiscalizar a los conductores de los vehículos problemáticos.
Ante la necesidad de abordar este problema de forma integral, los vecinos planean reunirse con parlamentarios locales en los próximos días para buscar soluciones legislativas que aborden esta situación de larga data, que solo se vio aliviada durante la pandemia.