Todos los países que efectúan ciencia y logística en el Continente Blanco han implementado estrictas medidas sanitarias a causa de la pandemia de COVID-19. De hecho, hay países que han suspendido sus campañas antárticas y la gran mayoría ha reducido sustantivamente sus operaciones. El objetivo es que la actividad polar sea segura para las y los investigadores, para la vida silvestre y que el paso de los investigadores por las ciudades puertas de entrada, como Punta Arenas, no genere nuevos focos de contagio.
En el caso de Chile, una mesa de trabajo con entidades públicas, establecida hace más de 6 meses ha permitido formular un protocolo que establece que el Programa Antártico Chileno y todos los Programas Antárticos Nacionales que utilicen la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena como último puerto hacia Antártica, tendrán que permanecer en cuarentena obligatoria preventiva en Punta Arenas por 14 días e ingresar a la ciudad, y a la Antártica, con un examen de PCR negativo de menos de 72 horas.