La ciudad de Punta Arenas se prepara para un fuerte aletargamiento en su sistema de transporte público a partir de este miércoles, tras el traspaso de la administración de la operación del servicio desde Ascendal a Vía Alerce.
Si bien se anunció que 70 buses estarían disponibles, fuentes aseguran que la realidad es bien diferente. Solo entre 20 a 25 buses se encuentran operativos, dejando a la ciudad con un déficit importante de transporte.
El problema radica en el estado de las máquinas, las cuales han sufrido un desgaste prematuro debido a la falta de mantenimiento. Según el Seremi de Transportes, Rodrigo Hernández, la empresa anterior, Ascendal, no se hizo cargo del mantenimiento adecuado, dejando a Vía Alerce con una flota considerablemente deteriorada.
“Es una logística compleja, con varios factores. El estado técnico de las máquinas es gravitante en todo esto. Lo importante es que son máquinas y se pueden reparar. Como ministerio, estamos trabajando para que eso sea patente en la ciudad y que no sigamos viendo este proceso de decaimiento de nuestra flota prematura”, señaló Hernández.
Las fuentes de Vía Alerce advierten que desde el próximo miércoles se registrarán “problemas en la transición del transporte público”. Los conductores están al tanto del estado de los buses y se espera que la baja frecuencia no se deba a la falta de personal, sino a la falta de unidades operativas.
El cambio de administración, que se realiza a través de un trato directo por trece meses (prorrogables a otros tres más), ha sido marcado por la falta de transparencia y un evidente vicio contractual que permitió que Ascendal operara y mantuviera los buses, sin un control adecuado.
La ciudad de Punta Arenas se enfrenta a un desafío complejo para garantizar el transporte público a su población. La falta de planificación y la precaria condición de la flota obligan a buscar soluciones urgentes para evitar un colapso total del sistema.