A partir del 1 de octubre, los hogares chilenos se enfrentarán a un incremento del 18% en las tarifas eléctricas, una medida que se suma al aumento del 20% registrado en julio. Este ajuste busca abordar una deuda acumulada de más de 6.000 millones de dólares, resultante del congelamiento de precios impuesto durante el estallido social y la crisis provocada por la pandemia.
La situación es especialmente crítica en la Región de Magallanes, donde los consumidores ya han experimentado aumentos que superan la media nacional. La regularización de las tarifas eléctricas se está llevando a cabo de manera escalonada, con la expectativa de un tercer ajuste del 10% programado para enero de 2024.
Este panorama sugiere que, entre enero de 2024 y enero de 2025, los hogares magallánicos enfrentarán un incremento acumulado del 48% en sus cuentas de electricidad, reflejando las disparidades en los ajustes que cada región deberá abordar.
Este incremento viene a ser un recordatorio de que, tras las medidas de emergencia, los chilenos deben prepararse para regularizar las cuentas y enfrentar la realidad de la deuda acumulada.