Una apoderada de un colegio de Punta Arenas fue formalizada por lesiones menos graves y trato degradante a una menor de 13 años. Según la Fiscalía, la mujer agredió a la alumna al interior del establecimiento tras acusarla de agredir a su hija. La agresión incluyó golpes en la cabeza e intimidación.
Como medida cautelar, se le prohibió acercarse a la víctima durante la investigación. El fiscal Cristian Opazo calificó el hecho como grave, considerando la vulnerabilidad de la menor y el contexto en que ocurrió la agresión.