El duro invierno magallánico dejó su huella en la capital regional, y no precisamente en postales pintorescas. La Avenida Bulnes, una de las arterias más transitadas de la ciudad, se ha transformado en un verdadero campo minado para los conductores, quienes denuncian un panorama de hoyos y grietas que ponen en riesgo su seguridad.
Los testimonios de quienes transitan diariamente por la cuadra del Cementerio Municipal pintan un panorama preocupante. Nelson Muñoz, colectivero que recorre la zona, señala que “esta calle cada vez está peor, y muchas veces no se le puede hacer el quite a los hoyos. La única opción es pasar lento, porque de lo contrario puedes romper algo del auto”.
Pablo Delgado, otro conductor que transita por la zona, refuerza la preocupación: “Ya pasar por acá es un dolor de cabeza, por lo que en cualquier minuto van a tener que cortar esta calle, porque en algunos hoyos se puede llegar a ver hasta fierros, es súper peligroso”.
El malestar es palpable. Manuel Figueroa, mientras grababa un video, debió frenar de golpe al caer en uno de estos agujeros: “Por poco casi reviento un neumático y tuve que frenar de golpe, pero imagínese si hubiera venido alguien detrás, me hubiera chocado”.
La inquietud de los conductores se suma a la ausencia de señales de una pronta reparación por parte de las autoridades. La Avenida Bulnes se suma a la lista de calles que requieren una urgente intervención para evitar accidentes y garantizar la seguridad de quienes transitan por la ciudad.