Hoy se cumplen nueve años desde la misteriosa desaparición de la profesora chillaneja Irma Miriabet Solís Cruces, cuyo rastro se perdió en 2015, generando una compleja investigación por parte de la Fiscalía y la Policía de Investigaciones.
Irma Solís, de 32 años en aquel momento, se trasladó a Punta Arenas en busca de nuevas oportunidades, pero el 30 de abril de ese año marcó el último contacto con su familia. A pesar de mantener una relación con el funcionario de la Armada, Eduardo Antonio Jara Verdugo, quien fue considerado sospechoso principal, nunca se obtuvo una confesión que lo incriminara.
El enigma de su desaparición se complicó aún más cuando en junio de 2015 se encontró abandonado su jeep en la villa Cardenal Raúl Silva Henríquez. A pesar de las investigaciones exhaustivas y el arresto de Jara en 2016 por secuestro y obstrucción a la investigación, en 2018 fue absuelto de todos los cargos.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el caso de Irma Solís sigue sin resolverse, dejando a su familia en la incertidumbre y marcando un doloroso aniversario de nueve años desde su desaparición.