En un trágico suceso en Cañete, tres carabineros fueron brutalmente asesinados en un presunto acto de ejecución a sangre fría, según revelan las autopsias realizadas. Los agentes, Carlos Cisterna Navarro, Sergio Arévalo Lobo y Misael Vidal Cid, fueron emboscados mientras verificaban medidas cautelares en la casa de un imputado, Carlos Edgardo Antihuen Riquelme.
La investigación sugiere que los atacantes planearon el crimen aprovechando la frecuente visita de los carabineros al domicilio de Antihuen. Tras un recorrido hacia el sur por una ruta remota, los uniformados se vieron obligados a descender de su vehículo blindado debido a las condiciones del camino. Fue entonces que se produjo el ataque, resultando en la muerte de los tres oficiales.
Las autopsias revelaron que los carabineros fueron asesinados con armas de fuego, descartando teorías iniciales de quemaduras. Los chalecos antibalas y armamento de los carabineros fueron sustraídos durante el ataque, y la camioneta policial fue abandonada y quemada en un intento de ocultar pistas.
Aunque no se ha reivindicado públicamente el atentado, las sospechas recaen en grupos operativos en la zona, incluyendo la Weichán Auka Mapu (WAM) y la Resistencia Mapuche Lavquenche (RML), así como otros grupos delictivos locales.
La investigación ha sido trasladada al fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, en una decisión inesperada comunicada por el fiscal nacional Ángel Valencia, desplazando el liderazgo de la investigación en la región del Bío Bío.
Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad y desatado una intensa investigación para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.