La instancia cuenta con la presencia de un integrante de la Comunidad Indígena Yagán Bahía Mejillones, quien valoró la oportunidad de participar.
Estiman que las obras en el poblado más austral del mundo, cuya inversión se acerca a los 6 mil millones de pesos, finalizarán a fines del primer semestre del próximo año. Parte del material ya ha sido desembarcado en la localidad y otros serán traídos desde lugares como China, para iniciar las obras marítimas a fines de julio.
A pocas semanas de que comience la temporada de extracción de centolla en las aguas australes, el pescador artesanal de Puerto Williams e integrante de la Comunidad Indígena Yagán Bahía Mejillones, Rodrigo Barría, se sumó a un cargo inédito para él: representar a dicha agrupación durante los trabajos arqueológicos que se realizan en la zona donde se construirá una rampa y su respectiva explanada en Puerto Toro.
«Había estado en trabajos de arqueología, pero es primera vez que vengo como representante de la comunidad yagán a la zona en realidad. Y me parece excelente que integren a la comunidad yagán en este tipo de trabajo, por el hecho de que aquí se encuentran los restos de nuestros antiguos», comenta el vecino de 38 años al hacer una pausa en medio de excavaciones y harneos de sedimentos en búsqueda de vestigios arqueológicos, luego que se detectara la presencia de un conchal en las cercanías donde se emplazará la infraestructura portuaria en el poblado más austral del mundo.
Respecto a su misión, Barría menciona que principalmente debe observar todo lo que los profesionales del área rescaten. «Lo bueno es que los arqueólogos, por cada registro que sacan, me consideran en todo. Me dicen lo que sacan. Han encontrado restos de toninas, ballenas, aves, caiquenes y varias cosas más», explica, para luego valorar estas acciones antes de iniciar las obras portuarias. «Me parece excelente que lo tomen en cuenta, por el hecho de que si encuentran algún resto sea bien anticipado o sacado con respeto», profundiza.
A escasos metros de donde trabaja el equipo integrado por Barría además de personal arqueológico de la Dirección de Obras Portuarias y la empresa constructora que se adjudicó la licitación, se encuentra la barcaza «Afrodita IV». Desde ahí, con apoyo de maquinaria, trabajadores desembarcan parte de los materiales que se utilizarán para la construcción de esta infraestructura ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas, cuyo presupuesto es de aproximadamente 6 mil millones de pesos y su culminación está proyectada para finales del primer semestre de 2024.
De acuerdo al director regional de Obras Portuarias de Magallanes y Antártica Chilena, Jorge Valdebenito, los trabajos de línea de base y plan de caracterización arqueológica que se iniciaron el 5 de junio pasado, tendrán una duración de dos semanas. «Posterior a eso se realizan los análisis, se preparan los informes y se remiten al Consejo de Monumentos Nacionales para esperar su pronunciamiento. Mientras tanto, la empresa está trabajando en todo lo que es la logística de la preparación de materiales. Hoy día se encuentran en fabricación las vigas de acero de la rampa en Santiago. Los pilotes, que son las estructuras que van hincadas al fondo marino, corresponden a una carga que viene navegando desde China y se espera su arribo dentro de las próximas dos semanas al puerto de San Antonio. Posteriormente, entra en proceso de pintura y se espera que a fines de julio ya estén en Puerto Toro para poder iniciar las obras marítimas», explica Valdebenito.
Por su parte, la delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, María Luisa Muñoz, quien saludó al equipo arqueológico e inspeccionó los trabajos en su reciente despliegue a Puerto Toro, destaca el involucramiento de un representante de la mencionada comunidad yagán. «Es importante, entendiendo que estamos en un Área de Desarrollo Indígena, en donde los sitios arqueológicos están en toda la costa de este territorio, por lo tanto, también hay que tener el cuidado y el resguardo de hacer el levantamiento que corresponde», manifiesta.
Según la Dirección de Obras Portuarias, este proyecto viene a cubrir una necesidad histórica de servicios de conectividad para los habitantes de la localidad, cuya población permanente no supera las 25 personas pero que se quintuplica durante la temporada de pesca de centolla.
La infraestructura contempla la construcción de una rampa de hormigón armado para atraque directo del ferry que actualmente opera, un refugio con capacidad de 15 pasajeros y una explanada para maniobras, iluminación autogenerada y señalética para seguridad.
Ante ello, el presidente de la Junta de Vecinos N°3 de Puerto Toro, José Catrin, destaca la relevancia que tendrá la futura rampa para la accesibilidad de habitantes y visitantes. «Es importante porque hay gente que le cuesta subir a las embarcaciones, o al bajar o subir del muelle. La embarcación se podrá acercar a la rampa y se podrá bajar más al plano para descargar cosas. Va a ser más práctico, ya no va a ser tan complicado como el muelle, donde con marea baja hay que subir entre cuatro o cinco personas, y es todo un ‘cacho’. En ese contexto es bueno», opina.