Una gran sorpresa y alegría tuvieron los párvulos de los jardines infantiles y salas cuna de Fundación Integra, en una jornada de solidaridad donde el Viejo Pascuero y sus ayudantes, lograron repartir cientos de regalos a los niños y niñas, dando un cierre lleno de color y felicidad al ciclo escolar 2020.
Fueron decenas de funcionarios de diversas instituciones, empresas y voluntarios los que unieron esfuerzos para entregar los regalos navideños a los niños y niñas de Integra, en un trabajo coordinado con los equipos educativos de cada establecimiento para llegar, incluso, hasta los hogares de cada familia.
“Estamos profundamente agradecidos con cada una de las personas involucradas en este noble gesto que trajo dicha y luz a los corazones de todos nuestros niños y niñas, especialmente en un año tan complejo como el que vivimos. Gracias a las instituciones, a las empresas y los voluntarios que hicieron posible esta gran hazaña; y gracias también a los equipos educativos que durante todo este año han dado el mayor ejemplo de vocación y servicio a la primera infancia”, dijo la directora regional de Integra, Laura Campos Muñoz, “y deseamos que cada familia de la región celebre en paz y armonía estas fiestas, y sigan cuidando de su salud y la de sus seres amados”, finalizó.
Por su parte, Ángela Ferrando, mamá de Antonella, del jardín infantil y sala cuna Keola Kipa, se mostró muy sorprendida y agradecida, al igual que todos los apoderados de los distintos establecimientos, “y sólo puedo decir que estamos felices porque en este año tan extraño y difícil, nunca imaginamos que nuestros hijos iban a tener esta actividad, pero hoy todo se conjugó para que los niños y niñas de los jardines tuvieran esta gran alegría de ver al Viejito Pascuero y sus ayudantes, y recibir sus regalitos”.
Este año, el Viejo Pascuero de Gendarmería de Chile, los “ayudantes del viejito” de la Unidad de Medicina del Hospital Clínico de Magallanes, Empresa Portuaria Austral, Sánchez y Sánchez, y un grupo de apoderados del Colegio Miguel de Cervantes y voluntarios anónimos, apadrinaron con regalos, onces y otras sorpresas a los jardines de la capital regional, llevando una gran alegría a cientos de niños y niñas, apegados a los protocolos sanitarios de la institución.